2 de noviembre de 2022 (PORTLAND, OR) – Las escuelas comunitarias corren el riesgo de perder fondos este año debido a los desafíos que enfrentan en la recopilación de datos posterior a COVID. En un año típico, las escuelas envían a casa formularios de ingresos familiares para que las familias los completen y los devuelvan. El propósito explícito de estos formularios es determinar qué niños son elegibles para recibir comidas escolares gratuitas. Sin embargo, la elegibilidad para programas adicionales también está vinculada a estos formularios de ingresos. Durante la pandemia, el Congreso permitió que todas las escuelas hicieran comidas gratis para todos los estudiantes. Esta exención temporal de comidas gratuitas ha terminado y las escuelas ahora necesitan que las familias vuelvan a llenar los formularios de ingresos del hogar. Sin embargo, las tasas de retorno son mucho más bajas que antes de la pandemia.

 “Escuchamos anecdóticamente que la tasa de devolución de los formularios es mucho más baja que antes de la pandemia”, dice Dustin Melton, Director de Programas de Nutrición Infantil del Departamento de Educación de Oregón. “Esto significa que no solo los niños se están perdiendo comidas gratis, sino que también se podrían perder fondos para otros programas federales de nutrición infantil. Por ejemplo, el Programa de Servicio de Alimentos de Verano, que brinda comidas a los niños que participan en programas de verano, y el Programa de Alimentos para el Cuidado de Niños y Adultos utilizan datos de ingresos familiares de las escuelas locales para determinar la elegibilidad del sitio. “Esto está afectando a los distritos escolares grandes y pequeños.

“Las solicitudes de comidas escolares gratuitas no han estado llegando como hace tres años, antes de la pandemia”, dice Jill Cuadros, Directora de Servicios de Nutrición, Distrito Escolar 4J de Eugene. “No estamos seguros de por qué las familias no devuelven los formularios, pero hay muchas razones posibles. Las familias tienen mucho de lo que hacer un seguimiento y las comidas escolares han seguido cambiando. Muchos no se dan cuenta de que ahora son elegibles cuando no lo hubieran sido antes. Ahora que las comidas escolares gratuitas se basan nuevamente en los ingresos, existe la posibilidad de un estigma que no existía durante la pandemia. Cuando había comidas escolares gratuitas universales, era administrativamente más fácil y alimentábamos a muchos más niños. Los niños solo podían comer”.

“Este es un gran tema en el mundo de los programas de comidas escolares”, explica Debby Webster, Directora de Nutrición Escolar del Distrito Escolar Rainier, que tiene aproximadamente 850 estudiantes. “Durante el registro en la escuela secundaria, generalmente aceptamos entre 30 y 40 solicitudes. Este año llevamos tres. En general, suelo tener una pila que necesito revisar a diario y no la estamos recibiendo este año como en el pasado”.

“El propósito más obvio de estos formularios de ingresos familiares es determinar quién es elegible para recibir comidas gratis”, dice Alison Killeen, codirectora ejecutiva interina de Partners for a Hunger-free Oregon. “Pero completar estos formularios cumple con un propósito más amplio, a saber, asegurarse de que las escuelas obtengan los fondos necesarios”.

Este es un momento y una situación desafiantes para los programas de nutrición escolar, que pueden requerir soluciones innovadoras. El Food Research & Action Center (FRAC), una organización nacional contra el hambre, actualizó recientemente su conjunto de herramientas de posibles enfoques que los distritos escolares pueden tomar. 

Hay dos formularios diferentes que las familias deben completar, dependiendo de si la escuela de sus hijos puede ofrecer comidas gratuitas universales. Las escuelas pueden decirle a una familia qué formulario deben usar. (Si un niño está pagando actualmente las comidas escolares, el formulario correcto se puede encontrar en línea aquí.) Si una familia no ha completado un formulario este otoño, debe consultar con su escuela.

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